Me llamo igual que mi Padre...
Siempre me pareció normal, un honor. Mi padre me decía que el hijo mayor en los pueblos pirenaicos catalanes era el hereu de la casa y era asi como que el número uno del hogar luego de los padres.
Pero ahora tengo un hijo que también se llama como yo.
Es extraño sentirse a mitad de camino de una continuidad, como si mi "yo" estuviera mas allá de los límites de mi piel y se extendiera hacia un pasado que no ví y un futuro que nunca veré. La guerra civil española que mi padre padeció y el siglo XXII que tal vez mi hijo alcance a ver.
Hay muchas cosas de mi Padre en mi y sé que mucho de él se quedará conmigo cuando se vaya. Hoy, gracias a Chavez y las manifestaciones he pasado la mañana entera con mi hijo, simplemente jugando juntos, dedicandonos de balbucear y sonreirnos.
¿Cuanto quedará de mi en él cuando me vaya?
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